Oma y Presto solicitan «salvavidas» para cumplir obligaciones.
Las consecuencias de una elevada inflación, los altos costos de insumos, el aumento de las tasas de interés y su impacto en el consumo se reflejan en dos emblemáticas cadenas de comidas del país: Oma y Presto. Ambas solicitaron entrar en reorganización en el marco de la Ley 116 de 2006, y se espera que hoy se pronuncie sobre el caso la Superintendencia de Sociedades.
Precisaron que con este ‘salvavidas’ el objetivo es cumplir las obligaciones con sus proveedores, acreedores y arrendadores para mantenerse como aliados estratégicos de confianza y, de esta manera, continuar llevando productos de calidad y el mejor servicio a sus clientes en el país.