El Ministerio de Minas y Energía presentó los cuatro primeros documentos relativos a la transición energética justa que se terminarán de entregar en febrero de 2024. Con estos, el Gobierno plantea los cambios en política pública para que Colombia dé el paso hacia una economía descarbonizada.
Dentro de estos, la cartera señala que en términos de carbón, petróleo y gas los escenarios son de caída en la oferta, que en el caso de los dos últimos llevaría a que el país se viera en la necesidad de importar para suplir la demanda.
El caso más crítico que se evidencia en el documento de los escenarios que prevé el Gobierno es para el caso del petróleo en el que Colombia sería importador neto de crudo en 2028.
En el caso del gas, las reservas serían suficientes para el consumo creciente de este energético hasta 2027.
No obstante, con la infraestructura existente de la regasificadora de Cartagena se podría importar a total capacidad hasta 2032. Desde entonces el abastecimiento de la demanda interna sería aún más complejo.
Si bien el Ministerio cuenta con la capacidad de regasificación que podría extender en algún tiempo a la demanda. La dificultad con este proyecto es que no ha sido asignado para iniciar su construcción y de hecho en la segunda vez que salió a buscar inversionista ha tenido múltiples adendas para aumentar el tiempo de cierre de la convocatoria y para modificar los documentos.
Sin embargo, la cartera cuenta con esta capacidad operativa en 2027.
El Ministerio contempla que el pico de consumo de hidrocarburos se dé entre 2030 y 2035. Para este último año proponen limitar la venta de vehículos a combustión interna.
Tomado Portafolio